Moscú es la Nueva York de Rusia, la ciudad que nunca duerme, aunque la vieja Rusia está todavía presente. Múltiples iglesias con torres en forma de bulbo, viejos edificios, palacios y, por supuesto, la Plaza Roja y el Kremlin con dan al centro de la ciudad un carácter único. Moscú es a la vez familiar y exótica, y siempre fascina con su encanto a todos los visitantes.